Hoy es de esos días que preferiría no darle tanta importancia en mi vida, quizá porque precisamente marca un punto de quiebre en mi concepción del mundo y una vez más me demuestra que todo es tan cambiante que probablemente, el peor error que podamos cometer, sea permanecer estáticos ante el universo, cuando éste se modifica a cada instante.
Las lágrimas y la hoja en blanco son medios que permiten liberarme de los sentimientos que oprimen mi cuerpo, quizá no había pensado nunca que escribir me proporcionaría tanto bienestar y libertad.
Quizá a través de la conducción de mis ideas en palabras, los sentimientos y los recuerdos me proporcionan una alternativa, una razón por la que sonreír, aunque hoy las sonrisas se hayan apagado por un momento, pero así como la luz solar inicia el día y establece una nueva oportunidad, las sonrisas seguramente se volverán a generar en mi rostro el día de mañana, continuando desafiantes con el reto que implica el simple hecho de vivir.
De sonrisas apagadas pero nunca agotadas, porque se dice que la mejor manera de enfrentar los problemas es con una sonrisa y siempre hay un motivo por el cual hacerlo, así que solo estarán apagadas un momento, solo para hacerme recordar dónde esta la luz para encenderlas y así, continuar iluminado mi camino.
Ale sonrisas como la tuya dudo mucho que puedan ser apagadas... no temas, es sólo un repliegue temporal... un fuerte abrazo...
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