jueves, 30 de septiembre de 2010

La facilidad de dar un click


Hace tiempo al estar en uno de los mayores vicios de la red, Facebook, pensé acerca de la facilidad con qué podemos agregar o eliminar personas de nuestro “círculo de amigos” y la lejanía que crean las redes sociales para la interacción humana. Por un momento me puse a fantasear con la idea de que ojala así fuera de simple en las relaciones interpersonales de la dimensión real, dar un click y borrar por completo el contacto con esa persona, sin embargo, la realidad pone a prueba nuestras capacidades para aprender nuevos métodos de relacionarnos con los demás, aun cuando hay un punto de quiebre.
En este sentido, pensaba en los sentimientos que llegamos a experimentar cuando nos enteramos de una situación de la que quizá, sin contar con internet como herramienta, nunca hubiéramos llegado a conocer y es por ello que coincido con aquellos dichos populares que enuncian: ojos que no ven corazón que no siente, o el que busca encuentra, porque en realidad en este tipo de redes sociales podemos llegar a saber historias contadas de voz, o mejor dicho de letras, de los propios protagonistas, cuestiones que nos pueden llevar a la mejor de las euforias o a la más triste de las sensaciones.
Es cierto que las redes sociales en muchas ocasiones, sirven para mantener contacto con personas que se encuentran lejos de nosotros por diversas razones, o bien, amigos que por falta de tiempo no tenemos oportunidad de ver constantemente, pero ¿hasta qué punto las redes sociales son un beneficio para la “convivencia” con otras personas? Supongo que en cierto punto es un poco difusa esta situación, puesto que la convivencia física y el lenguaje corporal que puede llegar a proporcionar una persona, jamás podrá compararse con los mensajes publicados en el perfil, que si bien nos llegan a dibujar una sonrisa en el momento, no se igualan a los ratos de alegría con los amigos.
A veces sin notarlo, el hecho de agregar  a una persona basándonos en su aspecto físico, sin saber su origen ni nacionalidad, nos introduce en la lógica superficial a la que conllevan este tipo de redes sociales, o bien en otras, nos permite conocer cultura, idiomas o hasta paisajes de otros países a través de las fotografías que podemos encontrar en un perfil, esta ultima situación benéfica para enriquecer nuestro a veces limitado conocimiento visual.
¿Pero qué tan bueno es seguir teniendo “contacto” con esas personas que por alguna razón decidimos o decidieron salir de nuestras vidas? En ocasiones resulta sano dejar de saber acerca de ellas, en otras, si aun estamos interesados resulta doloroso o esperanzador, y es por ello que el papel de observador incognito que nos permiten jugar las redes sociales resulta tan atractivo.
Un click puede complicarnos el día entero, o si corremos con mejor suerte, puede proporcionarnos un día completo con una sonrisa en el rostro, pero no hay que dudar que este tipo de redes sociales son un producto divertido, nos distraen en momentos estresantes, nos permiten estar de curiosos en lo perfiles de las personas, solo no hay que olvidar como dicen por ahí que la curiosidad mató al gato.
Así que mientras resulte divertido dar click y ver estas páginas como medio de distracción (el cual, en ocasiones nos quita más tiempo del debido) el internet y las redes sociales son una buena opción, no solo para “recolectar información” sino también para quitarnos un poco el estrés tan típico de una ciudad como la nuestra.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Y si no encuentras la inspiración, invéntala

Hace poco al pensar que podría plasmar en mi blog, varias ideas vinieron a mi mente, pero así de rápido como surgieron así de fugaces se volvieron. Entonces pensé si el miedo a plasmar más de lo que quiero se estaba apoderando de mis pensamientos, o bien, la fatiga emocional que había experimentado días antes estaba teniendo consecuencias graves en mi creatividad.
Fue en ese momento de dubitación cuando pensé: ¡caray! si no encuentro la inspiración mejor me la invento, o mejor aún, busco en sueños algo o alguien que me ayude a activar el botoncito de la imaginación dentro de mis pensamientos, porque más me vale encontrar algo que escribir.
Entonces pensé en los sueños y la capacidad asombrosa que tiene el ser humano para crear mundos enteros mientras duerme, o bien, como la ruta perfecta para escapar de la dolorosa realidad y crear castillos en el cielo, así sería mi castillo perfecto, sobre una nube, si tuviera que ser la princesa de un lugar sin nombre, en donde la principal norma sería considerar la posibilidad de ser feliz en todo momento, o de sonreír hasta en las situaciones más difíciles, donde se comprueba de que están hechas las personas.
Supongo que después de todo la inspiración estaba ahí, solo tenía que dirigirla algún tema, y los sueños son siempre un tema recurrido en mi vida, ya que considero que en ocasiones son solo una extensión de la realidad, y en otras, el punto de partida de la inspiración de la cual, me considero una verdadera adicta, finalmente todos tendemos a las adicciones y por qué no serlo de una que nos alegre la vida y nos permita liberar las tensiones de la vida diaria.
Así que ya saben, sino encuentran la inspiración solo invéntenla, o mejor dicho, solo búsquenla en los rincones de sus pensamientos, quizá solo estaba tomando un pequeño descanso, o bien, solo necesitaba el momento adecuado para volver a ponerse a trabajar, aunque para mí, la inspiración se puede encontrar hasta en el más mínimo detalle, solo depende de nuestra capacidad para apreciar las pequeñas sorpresas diarias que tomamos como cotidianas, pero que si observamos con atención podrían proporcionarnos un largo rato de alegría y sonrisas.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

perdonar es divino...

¿Alguna vez han pensado el daño que pueden ocasionarle a una persona sin saber la gravedad del asunto?
Debo de confesar mi culpa en  este sentido, ya que en diversas ocasiones mis palabras o mis acciones han lastimado a las personas que estimo, y lo peor del asunto como dicen, es que no hay nada que pueda remediar ni solucionar el daño, ¿es por ello que dirán que perdonar es divino?
 Una canción de Cerati trajo a mí estas preguntas, es decir, ¿es divino porque solo un ser ominipresente puede perdonar los actos de un simple mortal?  o bien,  ¿por qué perdonar produce en nosotros un sentimiento divino?
Considero que perdonar no solo es un acto de valentía, ya que nada te garantiza que no podrán volver a hacerlo, sino que implica una cierta confianza que somos incapaces de notar, ya que al perdonar volvemos a depositar en esa persona la esperanza de continuar como antes, o al menos dejar el conflicto de lado por un momento.
Perdonar es liberador, ya que al hacerlo, no añadimos mas cadenas que nos unan con el pasado, y mucho menos generamos en nosotros sentimientos como el rencor, aunque también podría pensar que perdonar es sinónimo de ingenuidad, sin embargo, no podría aplicarlo como generalidad ya que depende del daño y la relación con la persona a perdonar, o de la que esperamos nos perdone sin añadir ninguna traba.
Perdonar es divino, pero hasta que punto somos capaces de hacerlo, y con qué facilidad exigimos que lo hagan con nosotros, cuando en realidad no sabemos el peso que conlleva la frase “te perdono” cuando no estamos preparados para hacerlo, cuando quizá nunca lo estaremos, porque quizá a nuestra confianza se le terminaron los documentos para tramitar un nueva disculpa, y cuando los administradores como nuestro paciencia y los sentimientos han decidió ponerse en huelga y cerrar los procesos burocráticos a los que estamos tan acostumbrados en nuestro país.
Así que hoy me pregunto, si perdonar es divino, alguien podría proporcionarme la formula exacta para hacerlo, sin dejar rastro del daño y por otro lado, para evitar verme en la penosa necesidad de herir a alguien más y no contar con las palabras que reconforten al alma. Así que si saben de algún método para perdonar y ser perdonado no duden en comunicarse conmigo a la brevedad, y si en algún momento se me olvida darles las gracias por los tips, no olviden que perdonar es divino.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Cada loco con su tema...

Hace poco escuchando una canción de un grupo cubano llamado Orishas, la frase de “cada loco con su tema” resaltó entre el ritmo tan característico de los habitantes de la isla socialista y de las frases tan acertadas que suelen incluir en sus letras. Después de todo, supongo que cada quién es libre de pensar las locuras que se le atraviesen por la mente, además de que esto no tiene ningún costo, lo cual, después de atravesar una crisis económica tan severa en el mundo, resulta bastante benéfico no solo para las emociones, sino también útil para el incremento del ingenio.
 También pensé los problemas que pueden surgir cuando un loco comienza a pensar cosas destructivas, negativas no solo para el individuo mismo, sino también que resulten desastrosas para la comunidad entera, ahí el beneficio de los pensamientos sin costo resulta contraproducente, y más valdría cobrar una cuota a esas personas antes de que las ideas se les escapen de las manos.
En este punto pensé, que en ocasiones, sin notarlo, el mismo entorno en el que nos desenvolvemos nos limita, nos excluye y nos lleva por caminos que quizá jamás quisiéramos conocer, pero al no saber  más rutas, nos dirigimos a las conocidas por nuestros antecesores, muchas veces corriendo con más suerte que ellos, al lograr cambiar la dirección de nuestro paso por la vida.
Qué extraño el ser humano, que al vivir en sociedad nunca comprenda la complejidad de la misma, y aun más grave, que nunca asimile su lugar en la dinámica que se genera en ella, lo que lo lleva a limitar sus alcances y a desconocer sus propias deficiencias.
Sin duda, como dicen por ahí “cada loco con su tema”.

martes, 14 de septiembre de 2010

un punto a la mitad de la frase...

Ayer, al comenzar un trabajo de investigación, a mi mente vino la idea de un punto a la mitad de una frase, y lo que esto podría significar. Un punto a la mitad de la frase bien podría ser un error de puntuación, o visto de otra forma, un punto fuera de lugar, como quien esta en medio de muchas personas y al final se siente completamente salido de contexto.
Por otra parte, un punto a la mitad de una oración podría ser una nueva forma de estructurarla misma, o bien un punto (rebelde) el cual no deseo estar al final, ahí simplemente olvidado, marcando el final de una idea y dando paso a otra, un punto que se sincero consigo mismo encontrando más agradable el lugar entre las palabras, aunque esto le quite importancia a su esencia  y finalmente le haga preguntarse una vez más acerca del lugar que le hubiera gustado tener en las frase, y si la costumbre de haberlo colocado siempre al final, ha marcado ya su propio espíritu.
Quizá ese punto en ese lugar, no busque más que hacernos pensar en donde estamos parados, si ese lugar en realidad es el que nos corresponde, o aun más importante, si es sitio donde queremos estar, ya que no sirve contar con un rol, como en una obra de teatro, sino sabemos en realidad como interpretar al personaje y peor aun si nos sentimos ajenos al mismo.
Cuestionarse siempre acerca del lugar en donde nos encontramos, más allá de generarnos dudas y problemas que un buen psicólogo estaría dispuesto a tratar a cargo de un buen pago, nos permite estructurar nuestros pensamientos de otra manera, y como el punto pensando en las palabras, es bueno conocer quienes nos rodean, estar seguros de su lugar a nuestro lado y tener en cuenta que el punto final lo podemos tener nosotros, siempre y cuando estemos seguros del lugar en el que deseamos estar.

sábado, 11 de septiembre de 2010

de los autores, mi autor

Como algunos de ustedes saben, José Saramago es mi autor preferido. Este erudito portugues, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1998, captó mi atención desde las primeras páginas del libro titulado "Ensayo sobre la Ceguera", sin dejar de mencionar que dicho libro, también provocó en mi una especie de pánico, ya que al dar vuelta a la hoja y seguir involucrandome con la trama, el miedo a la ceguera de la que hace referencia el mismo titulo se hacia presente, la cual no sucedió y aquí va un respiro de alivio.

Sin duda, es un libro que recomiendo ampliamente, aunque debo de decir que hasta el momento mi preferido es  "Las intermitencias de la muerte" en donde, en un país anónimo la gente deja de morir, trayendo consecuencias graves para la organización social del Estado y la consecuente creación de una maphia, que permite a las personas fallecer al otro lado de la frontera. A esto se añaden personajes como la muerte y un violonchelista, que dan un giro a la novela, la cual, si bien es una situación imposible, nos permite analizar la naturaleza humana y su indiscutible lazo con la muerte.

Aquí les dejo dos escritos de Saramago, provenientes de un blog que tenía antes de su muerte en junio del presente año, y que en lo personal han llamado mi atención, y para aquellos interesados, la dirección en línea es la siguiente: http://cuaderno.josesaramago.org/ Espero os guste ;)

No se puede matar al amor


Por Fundação José Saramago

Yo creo que el sentimiento es como la Naturaleza. No podemos, en nombre de la experimentación, de la frialdad científica, de la objetividad y de todas esas cosas, expulsar el sentimento de nuestras preocupaciones y de las obras que vamos escribiendo. El sentimiento estará siempre de moda, porque hombre y mujer siempre sentirán amor. No se puede matar al amor. Por eso tiene una presencia tan importante en mis novelas.

“La isla ibérica. Entrevista con José Saramago”, Quimera, Barcelona, nº 59, 1986

La pregunta fundamental de las humanidades

Por Fundação José Saramago


Desde el punto de vista empresarial, no hacen falta las humanidades. La pregunta fundamental de las humanidades es qué es el ser humano, mientras que, para los círculos empresariales y tecnócratas que se ocupan de la utilidad inmediata, [la pregunta] es para qué sirven los seres humanos.

“El paso del gran pesimista”, Semanario Universidad, San José de Costa Rica, 30 de junio de 2005



Tres puertas principales


Por Fundação José Saramago

Leer e imaginar son dos de las tres puertas principales —la curiosidad es la tercera— por donde se accede al conocimiento de las cosas. Sin antes haber abierto de par en par las puertas de la imaginación, de la curiosidad y de la lectura —no olvidemos que quien dice lectura dice estudio—, no se va muy lejos en la compresión del mundo y de uno mismo.

“El concepto de utopía ha hecho más daño que bien”, La Prensa Gráfica, San Salvador, 1 de junio de 2005

viernes, 10 de septiembre de 2010

5 minutos...

El otro día mientras hacia un poco de la interminable tarea, la cual parece contradecir las leyes de la naturaleza al crearse por generación espontánea, pensaba acerca de todo el tiempo que perdemos estresándonos y cumpliendo con labores que, en ocasiones, resultan absurdas, y que no dejan tiempo para lo que algunos sabios conocen como alimentar el alma.
En este sentido, pensaba como no podemos darnos ni 5 minutos para charlar con alguien, para saber como se siente, no diré que darnos tiempo para conocerla, porque quizá, eso nos llevaría una vida completa, y tendríamos que sumarle años enteros para terminar con la misión de adentrarnos a la visión que alguien pueda tener de la vida, y eso si corremos con suerte.

Es así, como pienso que el ser humano en esta vida social tan precipitada y rápida, en donde lo que importa es quien corra mas rápido y no quien lo haga con verdadera devoción, nos olvidamos de compartir sonrisas o simplemente no tomamos en consideración el tiempo de sentarnos y escuchar nuestros pensamientos, a veces más lucidos e interesantes que todo aquél espectáculo tecnológico que parece absorbernos.

Pienso que la propia vida de la urbe consume la nuestra, en una dinámica cada vez mas rápida e intensa, en la que sino te mueves, bien podrías morir arrollado. Yo me di esos 5 minutos hoy para escribir este post, para pensar que es lo especial de esta vida, a lo que añado lo mucho que disfruto estar con mis amigos, leer novelas, escuchar música, y en este sentido, cuanto extraño hacer cosas por convicción y no por mera obligación.

Espero que todos nos demos esos 5 minutos, por lo menos una vez en la vida, en tanto que consideremos nuestra salud mental al borde de la locura, o bien, en dejar libres los pensamientos al azar, uno nunca sabe que sorpresa se puede hallar en nuestras propias ideas.

domingo, 5 de septiembre de 2010

lenguajes...

Si el lenguaje es otra piel, toquemonos más... es la frase de una canción de Gustavo Cerati, y esto me llevó a pensar acerca del lenjuage que hablamos las mujeres y los hombres y si acaso resulta ser el mismo, o debido a las diferencias propias de la naturaleza humana resulta imposible entablar una comunicación clara y estable.

Supongo que el hecho de venir de Venus y Marte no ayuda en lo absoluto a entender qué quiere decir el otro con las palabras, que en ocasiones, suenan a murmullos o bien son ideas que podemos percibir de manera errónea o inconclusa.

En lo personal, considero mi lenguaje un tanto híbrido, ya que en ocasiones ni  yo puedo entenderme, así, no puedo darme a entender, y mucho menos entender a los demás. En este sentido, pido disculpas por aquellos mensajes mal entendidos o simplemente no entendedidos (conocido como avionazo) debido a la falta de conocimiento de todos los códigos del habla, ya que en ocasiones considero, me sería más fácil hablar en clave morse que en español cotidiano.

Por lo pronto, pienso si algún día entenderé las famosas "indirectas" de la gente, o bien si algun día podré desarrollar la capacidad de entender el lenguaje corporal, más sincero que las palabras; o bien seguiré creando mi lenguaje un tanto indescifrable en msn.

Pero si de algo estoy segura, es que me gusta que el lenguaje sea sútil, las directas no son mi fuerte, o pensandolo bien, como dicen por ahí,  todo está en la forma, mientras el fondo sea el mismo, y si es así, entonces prefiero la verdad envuelta en un disfraz más feliz.

viernes, 3 de septiembre de 2010

para qué dejar la puerta abierta?

Hoy mientras iba de regreso a casa, me ocupé en pensar que finalidad tiene dejar la puerta abierta para que alguien te conozca. Quizá como cualquier habitación abierta, en un comienzo resulta interesante y curioso conocer un lugar nunca antes explorado, quizá sólo nos aventuremos a dar un vistazo, sin embargo, el problema que puede presentarse, es cuando generamos un interes por alguien y lo dejamos entrar a la comodidad de nuestro lugar.

Aunque este no es el problema en sí, es la fuente de la que pueden emanar conflictos dentro de la habitación, debido a que puede presentarse la ocasión en que la otra persona no se sienta cómoda y decida emprender la búsqueda de un lugar más confortable, o bien, cuando su presencia en nuestro lugar de intimidad resulte demasiado molesto como para dejarlo ahí por simple costumbre.

Quizá de ahí el trauma de no dejar la puerta demasiado abierta, nunca se sabe cuando podrá cerrarse de golpe, sin embargo, considero que cuando se deja entreabierta, bien podemos darnos la oportunidad de saber si dejamos entrar a alguien más a nuestra desértica habitación, o bien a una ya repleta alcoba con recuerdos empolvados y cosas de las que en realidad, no sabemos otro posible lugar donde colocar.

Así es que dejo la puerta entreabierta, haciendo una invitación sútil a aquellos interesados en conocer nuevos lugares, aunque aquí no hay garantía de lo que puedan encontrar...