¿Alguna vez les ha pasado por la mente preguntarse si lo que hacen o dejan de hacer por una persona realmente valga la pena?
Estas dudas suelen surgir en el ser humano entre confusión, incertidumbre y lagrimas, en parte porque el individuo casi nunca puede estar seguro de casi nada, aunado a los traumas del pasado que cada persona, pueda o esté dispuesto a cargar, y que bien pueden ser anclas que nos detengan y en este caso, ¿qué sentido tiene anclarnos por algo que no forma parte del baúl de recuerdos personal sino forma parte de la persona que queremos y que no busca desprenderse de ellos?
Quizá en lo personal, no estoy dispuesta a anclarme a un pasado que no es mío, que ni el propio pasado anhelo repetir. Si bien estoy segura de que el pasado nos moldea, nos limita y nos hace lo que somos hoy día, no podemos vivir volteando a observar y contemplar lo que ya pasó, ni vivir de ello, porque quizá esto signifique perdernos muchas cosas del presente y no prever las que el futuro puede traer.
Por un momento pensé que estaba arriesgándome demasiado al poner mi corazón en manos de alguien, pero que pasaría si ¿quizá no estoy arriesgándome lo suficiente?
Supongo que como dicen por ahí el tiempo es sabio y me brindará las respuestas que busco, o bien me ayudará a formular más preguntas, pero de lo que hay que estar seguros es de lo que hacemos, sin voltear al pasado a cada momento, buscando siempre el siguiente paso que nos coloque justo en el lugar en el que deseamos estar y con la persona que queremos compartir los logros y fracaso ¿nada fácil cierto? Pero nada es imposible en este mundo, y lo peor sería no intentarlo!!! Finalmente de vuelta por los rumbos del blog. Un beso!!!
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