Supongo que muchas veces el ser humano tiende a planear, imaginar o fantasear que va a ser de su vida los próximos años, o al menos, a nuestra edad, tendemos a planear ciertas situaciones en un futuro próximo, como saber dónde podremos trabajar, cómo y cuándo hacer la tesis, lo mismo para el servicio y ciertamente cómo nos vemos en un par de años, ya sea solos o acompañados.
No se si es una cuestión muy personal, pero al menos me gusta tener ese panorama amplio a futuro, no vaya ser, como dicen por ahí, que el futuro nos vaya a agarrar desprevenidos. Pero ¿qué tan benéfico es esto de mirar a futuro?
Hace no mucho una persona que es muy importante en mi vida, me dijo que si bien podemos hacer planes a futuro, lo que en realidad pueda pasar está fuera del alcance de nuestras manos, y quizá nunca lo había pensado así, pero analizándolo bien, como alguna vez un profesor lo hizo saber, la realidad es muy necia, y muchas veces además de superar las teorías expuestas para explicarla, nos coloca ante nuevas situaciones y retos que quizá nunca habíamos esperado afrontar.
Así que por el momento prefiero el Carpe Diem sin dejar de lado los planes que deseo realizar, pues tampoco hay que ir a la deriva, pero qué tan cierto será aquel dicho popular: si quieres hacer reír a Dios cuéntale tus planes Espero que de los míos no se ría porque voy muy en serio J
jajaja muy bien Ale... yo pienso como tu amigo, creo que las mejores cosas de mi vida me han llegado sin que de alguna manera las espere o planee... por lo tanto, creo que lo único que me queda es tratar de hacer las cosas lo mejor que puedo todos los días y todo se irá dando... un abrazo!!!
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